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Virgen María.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

¿Quieres disfrutar la vida?


Me han pasado, una serie de pequeños acontecimientos, que han ido indicando el camino, creo yo, hacia la iluminación y la transformación de mi ser.
Quizás, no sea para tanto, pero he visto en el dibujo de una tortuga que hice en éste blog, el gran mensaje de todos los Maestros (de la china especialmente), que se destacan por su suavidad y seguridad en sus movimientos corporales, pues ellos hacen o hablan despacio, pero piensan rápido. Tal como nos dijo Jesús que seamos astutos como serpientes pero mansos o sencillos como paloma.

La tortuga es símbolo de lentitud, la lechuza de sabiduría, el burro de perseverancia, la hormiga de trabajo duro, el delfín de inteligencia, el elefante de memoria, el leopardo de velocidad, el león de rey, etc, etc.

*Pero yo creo que no hay perseverancia que dure, como la del burro, si no se hace a gusto las cosas y con lentitud, como la tortuga;
*Que no hay sabiduría que llene, como la de la lechuza, si no existe el sosiego y el gozo en el obrar, como la paciencia de la tortuga.
*Que no hay trabajo duro,como el de la hormiga si no se hace cosa por cosa, paso a paso, dándole tiempo a cada acto propio, como los pasos de la tortuga.
*Que no se puede tener inteligencia, como la del delfín, si no ha sido criado bajo el pacífico y amoroso regazo de la madre Delfina, como la mamá tortuga con sus crías.
*Que no se puede tener memoria, como la del elefante si no se vive cada acontecimiento con intensidad, para luego ser recordado con intensidad viviendo el presente continuamente, tal como lo vive la tortuga en toda su vida.
*Que no se puede tener la velocidad del leopardo, sin antes no haber divizado la presa con cautela y discernimiento, como las tortugas pacificas.
*Que no se puede ser Rey,como el león, si antes no se tiene el convencimiento puro en la tranquilidad del corazón, como meditan las tortugas.

Por lo tanto la tortuga nos da una gran sabiduría, nos enseña lo que Jesús predicó hace 2000 años cuando dijo: "felices los mansos, porque ellos tendrán por herencia la tierra". Osea que todo lo que podamos aprender de los animales de la Naturaleza, la tortuga nos enseña a vivirlos con tranquilidad, pero no por eso, sin intensidad y amor.

Si supiéramos realmente el valor de la vida, y de cada instante, lo viviríamos con mayor concentración, paciencia y gozo.
*Dejar huellas no significa, pisar sobre el cemento, o el pavimento de rutas hechos por otros.
*No deja huella, pisar (como el tren), las vías del ferrocarril.
*No deja huella el que tiene todo lo que tienen los demás.

*Lo que realmente deja huella son las pisadas sobre tierra virgen, sobre ideas nuevas, sobre experiencias renovadoras en cada presente de la vida, sobre terrenos inexplorados, porque la vida es un bosque, una selva, una estepa, o un desierto que debe ser explorado, para encontrar nuevas formas de ser y ver la vida, siempre salidas de la inspiración, que lo da el vivir el presente, con atención e intención, tal como lo haría una piedra que cae sobre las aguas tranquilas de un charco, creando ondas a su alrededor.
*Vivir el presente,como lo hace la tortuga, nos llevará mas lejos y más rápido a ese lugar hacia donde queremos ir tan apresuradamente, pues no gana el que llega primero, sino el que sabe llegar, o no goza el que tiene todo, sino el que se complace con poco, regocijandose en la inmensidad de lo mas pequeño.

De Nicolás José Neville.

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