Días Miércoles y Domingos: Misterios Gloriosos...
Primer misterio Glorioso:
La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
El Dios-hombre, ha resucitado, ha vencido a la muerte, para Dios nada es imposible, su cuerpo glorificado atravesaba paredes, su soplo de aliento infundía el Espíritu Santo en las almas de sus discípulos, uno a uno se les fue presentando y descubriendo todo lo que la Biblia del antiguo testamento decía de Él. Es la nueva Pascua, y la definitiva, la que dará a los hombres de buena conciencia, la esperanza de la vida futura y eterna en Dios. Todos los discapacitados, los pequeños, los humildes, los desposeídos, los presos, los enfermos, tendrán en la resurrección de los muertos lo mejor de lo mejor.
Segundo misterio Glorioso:
La ascensión de Jesús a los cielos.
En éste mundo todo tiene el peso de la gravedad, todo tiende a ir para abajo, los pensamientos de los hombres son negativos por lo general, la desesperanza es lo que reina entre las opiniones, ver los defectos tiene mas peso que ver las virtudes, pero Jesús vino a mostrarnos las otras leyes, las leyes del Cielo, las leyes de elevación o ascensión, las que le dan “altura” a los pensamientos del hombre, las que por su profundidad, inflan los corazones como globos de gas que se elevan hacia el cielo. Meditemos esta ascensión de Jesús de vuelta al Padre como la continua, reconciliación propia, de cada conciencia hacia los designios Divinos, elevándonos en cada caída.
Tercer Misterio Glorioso:
La venida del Espíritu Santo en forma de paloma sobre la Virgen Maria y en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles.
El Padre eterno se preparó un ejercito de predicadores, insuflándoles su Espíritu; ése Amor entre su Hijo y Él, fue el que les dio las fuerzas necesarias para expandir La Iglesia por todos lo pueblos de la faz de la Tierra. Hoy necesitamos un nuevo Pentecostés, necesitamos más soldados verdaderos que no deserten en las filas de la guerra de la paz, esa guerra santa que se combate con humildad, amor, respeto, obediencia, solidaridad, esperanza, fe y por sobre todo alegría en el Señor que todo lo puede. ¡Que escalofrío habrán experimentado los discípulos y María en aquel Pentecostés!, así el Amor se hizo carne, y nosotros lo experimentamos en cada obra de caridad.
Cuarto Misterio Glorioso:
La asunción de María Santísima a los cielos, en cuerpo y alma.
La Madre de Dios, no podía fenecer en este mundo, no podría corromperse con las alimañas de la tierra, debía estar intacta para gobernar el Universo desde el Cielo, como la Reina del Reino de Dios. Por eso dicen los escritos apócrifos, que ella se durmió muy profundamente y los ángeles se la llevaron, siendo asunta al cielo en cuerpo y alma. La nueva Eva, la que no pecó de infidelidad como la primera del paraíso, recibió su premio y se elevó al cielo a la manera del Sumo Sacerdote Melquisedek. Este hecho de que las criaturas puedan ir enteras al cielo, nos esperanza a que podamos también hacerlo nosotros algún día, si le somos fieles al Señor.
Quinto Misterio Glorioso:
Coronación de la Santísima Virgen María como Reina y Señora de todo lo creado.
Nosotros los Católicos interpretamos que la Señora de la que habla el Apocalipsis, que está parada sobre la luna, y que es coronada con una corona de doce estrellas, es la Virgen María, pero otros interpretan que esa Señora es la Iglesia de Jesucristo Nuestro Señor. Pero yo personalmente creo que es la Virgen María, la “vestida de sol” como la luna que se viste de Sol, ya que tuve un especie de milagro en el que pude ver al sol de cara a cara durante 4 o 5 minutos, sin quemarme los ojos, es más cuando dejaba de mirar al sol me encandilaba más todavía, así es que vi como se movía en forma de zeta algo adentro del sol, y eso que se movía creo que era la Virgen María (la vestida de sol).
01/04/2009 De Nicolás José Neville.
Primer misterio Glorioso:
La resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
El Dios-hombre, ha resucitado, ha vencido a la muerte, para Dios nada es imposible, su cuerpo glorificado atravesaba paredes, su soplo de aliento infundía el Espíritu Santo en las almas de sus discípulos, uno a uno se les fue presentando y descubriendo todo lo que la Biblia del antiguo testamento decía de Él. Es la nueva Pascua, y la definitiva, la que dará a los hombres de buena conciencia, la esperanza de la vida futura y eterna en Dios. Todos los discapacitados, los pequeños, los humildes, los desposeídos, los presos, los enfermos, tendrán en la resurrección de los muertos lo mejor de lo mejor.
Segundo misterio Glorioso:
La ascensión de Jesús a los cielos.
En éste mundo todo tiene el peso de la gravedad, todo tiende a ir para abajo, los pensamientos de los hombres son negativos por lo general, la desesperanza es lo que reina entre las opiniones, ver los defectos tiene mas peso que ver las virtudes, pero Jesús vino a mostrarnos las otras leyes, las leyes del Cielo, las leyes de elevación o ascensión, las que le dan “altura” a los pensamientos del hombre, las que por su profundidad, inflan los corazones como globos de gas que se elevan hacia el cielo. Meditemos esta ascensión de Jesús de vuelta al Padre como la continua, reconciliación propia, de cada conciencia hacia los designios Divinos, elevándonos en cada caída.
Tercer Misterio Glorioso:
La venida del Espíritu Santo en forma de paloma sobre la Virgen Maria y en forma de lenguas de fuego sobre los apóstoles.
El Padre eterno se preparó un ejercito de predicadores, insuflándoles su Espíritu; ése Amor entre su Hijo y Él, fue el que les dio las fuerzas necesarias para expandir La Iglesia por todos lo pueblos de la faz de la Tierra. Hoy necesitamos un nuevo Pentecostés, necesitamos más soldados verdaderos que no deserten en las filas de la guerra de la paz, esa guerra santa que se combate con humildad, amor, respeto, obediencia, solidaridad, esperanza, fe y por sobre todo alegría en el Señor que todo lo puede. ¡Que escalofrío habrán experimentado los discípulos y María en aquel Pentecostés!, así el Amor se hizo carne, y nosotros lo experimentamos en cada obra de caridad.
Cuarto Misterio Glorioso:
La asunción de María Santísima a los cielos, en cuerpo y alma.
La Madre de Dios, no podía fenecer en este mundo, no podría corromperse con las alimañas de la tierra, debía estar intacta para gobernar el Universo desde el Cielo, como la Reina del Reino de Dios. Por eso dicen los escritos apócrifos, que ella se durmió muy profundamente y los ángeles se la llevaron, siendo asunta al cielo en cuerpo y alma. La nueva Eva, la que no pecó de infidelidad como la primera del paraíso, recibió su premio y se elevó al cielo a la manera del Sumo Sacerdote Melquisedek. Este hecho de que las criaturas puedan ir enteras al cielo, nos esperanza a que podamos también hacerlo nosotros algún día, si le somos fieles al Señor.
Quinto Misterio Glorioso:
Coronación de la Santísima Virgen María como Reina y Señora de todo lo creado.
Nosotros los Católicos interpretamos que la Señora de la que habla el Apocalipsis, que está parada sobre la luna, y que es coronada con una corona de doce estrellas, es la Virgen María, pero otros interpretan que esa Señora es la Iglesia de Jesucristo Nuestro Señor. Pero yo personalmente creo que es la Virgen María, la “vestida de sol” como la luna que se viste de Sol, ya que tuve un especie de milagro en el que pude ver al sol de cara a cara durante 4 o 5 minutos, sin quemarme los ojos, es más cuando dejaba de mirar al sol me encandilaba más todavía, así es que vi como se movía en forma de zeta algo adentro del sol, y eso que se movía creo que era la Virgen María (la vestida de sol).
01/04/2009 De Nicolás José Neville.
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