Por tan poco perdí tanto.

El otro día vi un afiche o poster, que decía "Por tan poco perdí tanto", y hablaba de una pareja que se disolvió por pequeñeces, porque él no la miró fijamente a los ojos, o porque él no le dijo que la quería en el mismo instante en que un impulso interior se lo decía, se perdió un proyecto de vida, porque una caricia dada en el momento justo podría haber cambiado el rumbo de las cosas, en fin él perdió tanto por tan poco.

Así podríamos decir a nivel de comunidad, a nivel de seres humanos que nos encontramos todos los días en la calle y que somos todos iguales ante Dios, hermanos en Cristo Jesús, e hijos de María Virgen, pues perdemos la felicidad natural de la vida, por enojarnos con el vecino, por pelearnos con el policía de la esquina, por bocinar al que se cruza un poco lerdo, y peor aún por las masas indiferentes de transeúntes que no les importa que cualquiera tire un papel en el piso, o que no se ayude a llevar las bolsas del mercado a una anciana, ¡¡¡"por tan poco perdemos tanto"!!!, ¿Qué nos cuesta sonreír con naturalidad al vecino? ¿Qué nos cuesta acercarnos al que se le salió la cadena de la bicicleta y está en apuros? ¿Qué perdemos si le damos una palmada en la espalda al viejito de la vecindad para que su cruz sea un poco más liviana? ¿Qué sabor tiene la existencia si no somos sal del mundo y luz de los hombres? ¿ Qué estamos predicando si con los actos hacemos lo contrario? ¿No seremos ciegos que guían a otros ciegos? ¿No caeremos en el pozo los dos?.

¡¡¡Por tan poco perdimos tanto!!! Por una sonrisa no dada, se perdió un amigo; por un tornillo mal puesto en el cañón se perdió una batalla; por no decir lo que pienzo a cada momento, me aislo más de los demás; por no dar la mano a un pordiocero, tal vez en su casa pience que nadie lo quiere; por no preguntar y ser ignorante por unos minutos, somos burros toda la vida; por no hacer lo que tienes que hacer en cada momento, arrastras por detrás toda una vida de fracasos; Por no ceder el paso a un amigo, puedes estar forjando un alma egocéntrica .

Anímate a vivir el momento y si lo logras, verás que las pequeñas cosas buenas de la vida surgirán de la mano de un alma generosa, y feliz, pues todo lo bueno se multiplica y un pensamiento positivo es mucho más poderoso, que la malsana costumbre de pensar mal de las personas que nos rodean y por sobre todo de nosotros mismos. ¡Ámate y amarás! , ¡Ilumínate e iluminarás!, ¡Cuenta con los pequeños detalles y construirás imperios!

De Nicolás José Neville.