La coronilla de la Divina Misericordia

Hola que tal? hoy les enseñaré a rezar (con las cuentas de un Rosario común) lo que Sor Faustina nos dijo que es el rezo de La Divina Misericordia, que se reza dentro de lo posible a las 3 de la tarde que fue la hora en que la misericordia y la justicia divina triunfó sobre la justicia pagana dando la vida por nosotros, sus amigos, dando la mayor prueba de amor que alguien pudo dar: la propia vida.

1. Primero se resa el Padre Nuestro, un Avemaría, y un credo.


2. Luego en las 5 cuentas separadas del rosario que unen las 50 Ave Marías se reza la siguiente oración revelada por Jesús a Sor Faustina:

Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo nuestro Señor Jesucristo, como expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.

3. luego en las 50 cuentas del Rosario se reza la siguiente oración (que puede ser cantada también):

Por Su Doloroza Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

4. Después de resar todo el Rosario de la Divina Misericordia, se hace una oración final repitiendola 3 veces:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

Luego de rezar La coronilla se puede leer o aprender de memoria este himno anónimo, dedicado a la Hora (nona) de la Divina Misericordia:

Himno para la Hora de la Misericordia.

En esta tarde, Cristo del Calvario,

vine a rogarte por mi carne enferma;

pero al verte mis ojos van y vienen

de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.

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¿Cómo quejarme de mis pies cansados,

cuando veo los tuyos destrozados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías,

cuando las tuyas estan llenas de heridas?

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¿Cómo explicarte a ti mi soledad,

cuando en la cruz alzado y solo estás?

¿Cómo explicarte que no tengo amor,

cuando tienes rasgado el corazón?

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Ahora ya no me acuerdo de nada,

huyeron de mí todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía,

se me ahoga en la boca pedigüeña.

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Y sólo pido no pedirte nada,

estar aquí, junto a tu imagen muerta,

ir aprendiendo que el dolor es sólo,

la llave santa de tu santa puerta.

Ámen, Amén

Nótece que al final del himno yo agregé ámen, amén, primero con asento en la á y luego con asento en la é, esto lo hago para que el primer ámen, sea para advertir del amor de Dios y de entre los hombres que debe ser predicado y practicado, y luego el segundo amén es para que "así sea". amén.