Nicolás Neville de Anquin
La golosina del alma para el día de Hoy es sobre la alegría
de dar:
La alegría de dar...
Ser manso y humilde,
es la meta del que sirve,
no intentes acaparar,
los aplausos y el amar,
más alegría hay en dar,
que si uno recibe.
La suavidad corrige las asperezas,
y la perseverancia a la pereza,
busca tu la salida,
a una vida compartida,
porque solo en la ida,
se pueden ver las vueltas.
De Nicolás José Neville y la graciosa coincidencia
de que hoy en la salida de misa me puse a vender Cristo Hoy y poco o nada
arriesgué para la venta al público y el único que me devolvió con cariño el
saludo fue un viejo amigo que se llama casualmente al revés que mi nombre: osea
se llama José Nicolás (Toledo), y luego de ese saludo reciproco, me fui y no
vendí nada, pues nadie se acercó al stand. Este aparente fracaso fue una
hermosa enseñanza, pues yo Nicolás José dio un saludo y José Nicolás le
contestó con cariño, esto es como un ping pong de nombres y de reciprocidad y
confirma lo ultimo que puse en estos poemas que dice que solo en las
"idas" se pueden ver las "vueltas".27 de enero de 2013
Porque solo en las idas se pueden ver las vueltas...
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